Ir al contenido principal

Algún día seremos arqueología

Me falta
una sonrisa en la cama,
me sobra
todo lo demás.

Me voy a la cama
sin sonrisa.
Me quedo
con todo lo demás.



Cada uno debemos tener nuestra definición de necios, porque necios, en algún sentido, somos todos.



Estoy peor que salido: necesitado.



Soy más abierto de mente que muchos hippies y más casto que muchos curas.



De niño creía que hacerse mayor era comprar todas las gominolas que quisiera, y ver películas de mayores, y resulta que hacerse mayor era trabajar para pagar una casa y usar tu tiempo libre para cuidarla. También sentirse culpable por comprar gominolas y cosas con azúcar (entre otras). Y ver películas de mayores, eso sí.



El conductor de un autobús que lleva a Rio Shopping tenía una cara de absoluta miseria.



A un mismo tiempo, he recordado lo que era la resaca y he aprendido lo que es trabajar con ella.



Hay una fuerza visceral, relajante y liberadora en el cantar en asamblea. Hagámoslo más.



Sentirme demasiado bien me hace sentir mal.

(La culpabilidad del rico. Igual le debo algo a alguien.)



A las víctimas se les escucha hasta que dejan de decir lo que a uno le conviene.



Predico en un desierto superpoblado.



Twitter aka La Pagana Inquisición.



Bendito el tiempo en que no ocurría nada y tenía tiempo de contarlo todo.



La seguridad del futuro no me tranquiliza. La seguridad es una cárcel muy cómoda. La inseguridad del destino es un ser vivo preñado de posibilidades.



Idea para nombre de empresa: "Hacer lo que me da la gana".



Plan de vida: seguir con ello.



Todo se me queda corto, con todo me conformo; y, sobre todo, no me aclaro.



Estando solo soy más desdichado. Tampoco eso me desagrada.



Algún día seremos arqueología.



Cariño: sin ti, soy algo triste.



Las 5:21 de la mañana parece buena hora para empezar a escribir. Y para terminar.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ha muerto un hombre alegre

Nos dejaron sin cigüeñas. Nunca fueron nuestras. Tampoco suyas. Ha muerto un hombre alegre. Tras la pena, hay que volver a la alegría, más alegría aún: más fuerte, más plena, más tranquila, más sincera, más sencilla, para compensar la que se fue. Unas pocas palabras pensando en  Luis Eguílaz , el día en que descubro que nos ha dejado.

Estar a punto de morir

Estar a punto de morir parece una buena forma de conseguir que te valoren como persona. Aunque es mejor morir. Lo preocupante no es acumular mierda dentro, lo preocupante es no cagar. Por desgracia, siento que ya sé todo lo que necesito. Por suerte, todavía no es suficiente. No lo digo por despecho ni rencor, simplemente, algunas tías buenas son especialmente malas. Sin mí no soy nada. Poeta atormentado, poeta petardo. Lista de la compra: cerveza sin alcohol, fruta, canela en rama. Cuidado con los enfermos de literatura: se permiten mentir por belleza.

Diario de sueños: cuatro sueños en una semana

Hace tiempo tenía un diario. Ahí empecé a escribir mis sueños, entre otras cosas. Llegué a apuntarlos frecuentemente. Con el tiempo, empecé a dejar de escribir lo que me pasaba y mis reflexiones, pero seguí escribiendo los sueños que tenía. Así, pasó a ser, más bien, un diario de sueños . Con el tiempo, también abandoné esa costumbre. Lo he comprobado: el último sueño apuntado en racha se quedó en abril de 2016. Después, unas pocas notas esporádicas, hasta agosto de 2018 (y una más, solo una, en 2019). Muchas veces, desde entonces, he soñado cosas que he contado a alguien, o que me guardaba celosamente, y me solía decir que debería volver a escribirlas en el diario de sueños, pero no lo hacía. Muchas veces recordaba los sueños a primera hora y, por no apuntarlos enseguida, volaban al olvido, horas después. Esta semana, por lo que sea, he podido recordar y recoger, bien y pronto, varios sueños, con lo que he vuelto a guardarlos con cierto orden. Esta vez -de momento y para variar- en ...