Si tuviera que morir ahora, no me importaría hacerlo aquí, tirado en el sofá del comedor, con la cabeza a punto de estallar, pero preferiría no estar solo. Me gustaría poder abrazarme al regazo de Carmen, recibir sus besos en la cabeza, aunque moje sin querer su vestido con mis lágrimas. Preferiría que estuvieran mis padres y mis hermanos, y no demasiados amigos, aunque ojalá poder tener tiempo suficiente para dedicarles, sin prisa, un pensamiento a cada uno, incluidos los ausentes. Si tuviera que morir ahora, escribiría 24 veces la palabra 'perdón' en un papel y se lo daría a Isaac y Miriam. Escribiría 29 veces 'gracias' y se lo daría a mis padres. Escribiría siete veces 'os quiero', y se lo daría a cada uno de mis hermanos. Escribiría un 'Te quiero, amor', y se lo daría a Carmen. Por último, escribiría todas las contraseñas de las que pueda acordarme; lo que guardan ellas y mis cuadernos es mi rancia herencia. Mis libros para quien los quiera, pero "Matar un ruiseñor" para Carmen. Si pudiera decir unas últimas palabras, diría "¡qué suerte tengo!". Si tuviera que morir ahora, pediría perdón por no haber sido capaz de hacerlo mejor, e intentaría dar un fuerte beso a cada uno de los presentes. Y si tuviera que morir ahora, y no tuviera el tiempo que necesito para que puedan darse todas estas circunstancias, ojalá, entonces, alguien encuentre esta nota a tiempo.
Tengo un sentimiento paradójico con Internet y sus redes. Por un lado tengo un maldito vicio con las redes sociales, y dedico demasiado tiempo a leerlas y releerlas, como si fueran a darme algo especial, más allá de entretenimiento temporal y a menudo superficial, o como si me fuera a esperar una notificación especial de algo que me fuera a hacer... ¿más feliz? Por otro lado, tengo muchas ganas de comunicarme más a menudo y abiertamente sobre temas que me interesan, de todo tipo, y cuando pienso en hacerlo pienso, obviamente, en hacerlo a través de las redes sociales (llevo mucho tiempo pensando en ideas para vídeos, por ejemplo, pero no me termino de lanzar a ello). Está claro que hay un montón de ventajas en estas plataformas, y seguro que por muchas de ellas estamos aquí viciados, pero desde hace un tiempo también noto cosas que no sé si son puramente humanas e inevitables, o están exacerbadas por estas plataformas (que es lo que parece), pero que llevan a ambientes muy polari...
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