![]() |
Foto: Abel Pérez Gutiérrez |
Hay quien se pregunta qué mensaje tiene este grafiti.
Una interpretación...
¿Debería tener un sándwich?
Se pregunta si tener un sándwich, un elemento sencillo y nutritivo, pero símbolo también de las prisas del mundo, podría ser lo que necesita, para saciar sus ansias.
¿Debería construir una nave espacial?
Se plantea hacer algo prácticamente imposible, se pregunta ¿merece la pena embarcarse en un proyecto grandioso, aunque inalcanzable? Acercarse a la gloria aunque sea una batalla perdida de antemano. Además, está pensando en una nave espacial, lo que sugiere que tiene ganas de escapar de este lugar y volar lejos, aunque sea en solitario.
¿Debería ir al baño?
Se siente tan extraño consigo mismo y su cuerpo que no sabe ni siquiera si sus angustias se deben a una causa fisiológica y podrían ser tan pasajeras y fáciles de solucionar como las ganas de mear.
¿Debería ir a comprar una camisa?
Se da cuenta de que le rodea una sociedad que le demanda una serie de cosas para encajar en los cánones y ser aceptado en su seno, con todas las ventajas que eso conlleva. E ir completamente vestido es precisamente una de las primeras demandas que la sociedad, en su conjunto, le hace, ya que el ir semidesnudo es el primer signo superficial de una desviación de la regla consensuada, y por tanto produce rechazo y reticencia. Quizás si comprara esa camisa que le falta podría encajar con los demás y hallar eso que le falta.
¿Debería llamar a la policía?
Reconociendo su propia desviación de la norma, se plantea si no debería entregarse a los salvaguardadores de la rectitud, en pos de la justicia, e inmolar su libertad en función de un posible bien mayor: la salida de los espacios públicos de un disruptor de la cultura dominante.
¿Debería asesinar a alguien?
Por otro lado, se plantea si perseverar en su extraña forma de ser le debería llevar a extremos prohibidos, terribles y claramente trastornados, como esperarían muchos de un ser como él. ¿Debería realizar algo completamente delirante y considerado inhumano por dar la razón a las expectativas que de él podrían tener?
¿Debería ir metido en un tanque?
¿O quizás debería aislarse tanto como sea posible, sin abandonar los espacios de la sociedad pero creando una gruesa barrera, potencialmente agresiva, para defenderse, y poder preservar el seguir siendo sí mismo pese a los intentos de injerencias ajenas?
¿Debería estabilizarme y simplemente morir?
Finalmente, se pregunta si no debería pasar por el aro, hacer lo que se supone que hay que hacer, dejar de vivir en su inestable mundo y convertirse en un engranaje tan perfecto del resto del mundo que pueda pasar desapercibido y repetir los patrones que otros le han establecido para estar satisfecho, hasta el fin. El problema, como se desprende de ese "y simplemente morir", es que él no puede evitar pensar que el hacer algo así, ese dejarse llevar, sería, en definitiva, dejar morir su ser inmediatamente.
Por tanto, mi conclusión es que se trata de una persona que, al final, prefiere vivir una vida auténtica llena de confusión, desarraigo, inseguridad y locura emocional, antes que una vida segura, estable y placentera, pero que le obliga a apagar sus tendencias más viscerales. Pero, pese a todo, parte de su confusión no deja de ser el plantearse por qué cosa exactamente debería dejarse llevar.
Comentarios
Publicar un comentario