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Buitres del drama

Demasiadas protoideas. Demasiada ausencia de postdesarrollos.



Menos instagramear y más instafregar.



Como tantas otras cosas que damos por hecho, el jabón es increíble. Benditas moléculas antigrasa. Cómo narices sería el mundo sin ellas.



No me convence la palabra "detergente". Demasiadas "es". Creo que su pronunciación pide un giro vocal: "detargente".



Mis listas de cosas pendientes de hacer siempre pecan de optimistas.



Los escritores somos buitres del drama.



Soy más gato que el gato.



Si lo piensas, extraña que "ser un perro" sea una expresión con connotaciones negativas, dada la adoración actual por los canes y su imagen de prístinos amigos amorosos, leales y bonachones. Lo cual nos sugiere también que hubo un pasado en el que no debían parecer tan buenos, y sobre todo, que los estereotipos y preconcepciones mutan con el paso de las eras, y no necesariamente hacia una imagen más fiel.



Algunos solo podemos ser tan pijos como nos permita Mercadona.



Chéjov dijo: "Elimina todo lo que no tenga relevancia en la historia. Si dijiste en el primer capítulo que había un rifle colgado en la pared, en el segundo o tercero este debe ser descolgado inevitablemente. Si no va a ser disparado, no debería haber sido puesto ahí."

Lo que no dijo es que una forma de ser disparado es no ser disparado.

(El arma de Chéjov usada como cortina de humo.)



La ineptitud no sale cara: nos sale cara.

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