Si lo que quieres es escribir, si necesitas hacerlo aunque no sepas ni sobre qué, si te sientes bloqueado, siempre hay un tema que tienes a mano: hoy.
Hoy he dormido tan poco que no he parado de dormirme.
Hoy he salido del trabajo sobre las cinco, sin haber comido. Hoy he terminado de comer casi a las seis.
Hoy he podido darle mimos al gato. Últimamente maúlla más de lo habitual por la mañana. He dejado que me lama el jersey un rato en uno de sus ronrroneos frenéticos en los que queda obnubilado y después me he tenido que quitar el jersey y la camiseta, mojados ambos. También ha descansado sobre mí bastante rato, mientras yo también me quedaba dormido. Por suerte, cuando intenta cogerme las manos con sus patas ya no me saca las uñas como hacía al principio; creo que se ha dado cuenta de que no me hacen mucha gracia. En cierto momento mientras estaba en mi regazo ha hecho un gesto gracioso, parecía estar alargando las patas para abrazarme. Por otro lado, no ha comido casi nada de la comida que le he puesto esta mañana, cuando antes dejaba limpísimo el plato.
Hoy he comido alubias pintas que tenía en conserva, añadiéndoles morcilla y chorizo. De segundo, dos mazorcas de maíz con mantequilla, sal y pimienta. He calentado por primera vez las mazorcas envolviéndolas en papel de aluminio. Cuando las he sacado, el plato ardía, los bordes de las mazorcas tenían algunos granos chamuscados y las mazorcas en sí apenas se habían calentado. Iluso de mí, he vuelto a meter el plato en el microondas y he tardado todavía tres segundos más en darme cuenta de mi estupidez, al ver un arco de electricidad saltar desde el papel de aluminio a la puerta del microondas. Lo he sacado, he quitado el papel de aluminio, y por fin las he calentado como es debido. Ahora que lo pienso, no he llegado a tomar postre. Error. Vaya memoria, o vaya cansancio llevo. He tomado un plátano, cuya cáscara he dejado un buen rato en el sofá, donde el gato la ha olisqueado brevemente antes de ignorarla por completo. En mi cabeza, creía que no había llegado a tomar postre porque estaba pensando que antes quería tomar una mandarina, y no la he tomado. Por un rato, eso me ha llevado a la tranquila conclusión de que no había tomado postre. Ahora, hace no mucho, me he regado por dentro con un buen café con leche (bien azucarado, seguramente demasiado), combinado con un sobao y un mantecado. La idea original era sumar café y siesta, echarme nada más tomar el café, y así combinar los efectos activantes de la siesta y el café combinados al despertar, pero he cometido el error de ponerme con el ordenador para tomarme el café, y aquí me he quedado. He curioseado un poco a la intérprete de lenguaje de signos de Rozalén, he comprobado que mi publicación del blog de ayer tenía en Facebook "0 Personas alcanzadas" y "0 Interacciones", cosa que me ha parecido bastante curiosa (y he comprobado un par de veces). Ahora lo he vuelto a comprobar y han cambiado los números: "49 Personas alcanzadas", "3 Interacciones". Estoy consultando mi historial para reconstruir mis pasos, cosas que se pueden hacer hoy en día, ya que tenemos la memoria flácida. No he hecho mucho más: he visto un recordatorio de una publicación del año pasado en la que salgo haciendo de Groucho Marx, he visto una noticia tonta (pero buena) que ya ni recuerdo de El Mundo Today, y de ahí he pasado a cotillear un poco a un antiguo amigo del instituto, que ahora trabaja en iluminación de teatro y por lo visto está trabajando en el musical El Jovencito Frankenstein, que tiene una pinta -al menos visualmente- muy currada y espectacular. Después de eso, cosas del propio texto: he buscado "obnubilado" (he encontrado "obnubilación"), he pasado por la Wikipedia de "estupor", y también he buscado "maíz", cuya Wikipedia, por lo visto, se llama Zea mays. Finalmente, he estado oyendo a la soprano Irina Lévian, que mi novia me dijo que no escuchara, porque me enamoraría, así que la he tenido que buscar. Concretamente, he oído "Tu che la vanità", de Don Carlo, G. Verdi. No puedo decir gran cosa sobre ello porque, la verdad, no he prestado casi atención. De hecho, lo estoy volviendo a oír, a ver si me entero de algo. Pero no lo voy a terminar. Tengo que irme. Los de la tele de Burgos (La 8) dan cosas gratis en el Fórum para los que somos la crema de la crema (o que, al menos, nos lo hacemos).
Estas son algunas cosas de mi hoy.
(Qué ilusa mi novia, pensar que me voy a enamorar de algo que entiendo tan poco).
Esta foto también es algo de mi hoy.
Hoy he dormido tan poco que no he parado de dormirme.
Hoy he salido del trabajo sobre las cinco, sin haber comido. Hoy he terminado de comer casi a las seis.
Hoy he podido darle mimos al gato. Últimamente maúlla más de lo habitual por la mañana. He dejado que me lama el jersey un rato en uno de sus ronrroneos frenéticos en los que queda obnubilado y después me he tenido que quitar el jersey y la camiseta, mojados ambos. También ha descansado sobre mí bastante rato, mientras yo también me quedaba dormido. Por suerte, cuando intenta cogerme las manos con sus patas ya no me saca las uñas como hacía al principio; creo que se ha dado cuenta de que no me hacen mucha gracia. En cierto momento mientras estaba en mi regazo ha hecho un gesto gracioso, parecía estar alargando las patas para abrazarme. Por otro lado, no ha comido casi nada de la comida que le he puesto esta mañana, cuando antes dejaba limpísimo el plato.
Hoy he comido alubias pintas que tenía en conserva, añadiéndoles morcilla y chorizo. De segundo, dos mazorcas de maíz con mantequilla, sal y pimienta. He calentado por primera vez las mazorcas envolviéndolas en papel de aluminio. Cuando las he sacado, el plato ardía, los bordes de las mazorcas tenían algunos granos chamuscados y las mazorcas en sí apenas se habían calentado. Iluso de mí, he vuelto a meter el plato en el microondas y he tardado todavía tres segundos más en darme cuenta de mi estupidez, al ver un arco de electricidad saltar desde el papel de aluminio a la puerta del microondas. Lo he sacado, he quitado el papel de aluminio, y por fin las he calentado como es debido. Ahora que lo pienso, no he llegado a tomar postre. Error. Vaya memoria, o vaya cansancio llevo. He tomado un plátano, cuya cáscara he dejado un buen rato en el sofá, donde el gato la ha olisqueado brevemente antes de ignorarla por completo. En mi cabeza, creía que no había llegado a tomar postre porque estaba pensando que antes quería tomar una mandarina, y no la he tomado. Por un rato, eso me ha llevado a la tranquila conclusión de que no había tomado postre. Ahora, hace no mucho, me he regado por dentro con un buen café con leche (bien azucarado, seguramente demasiado), combinado con un sobao y un mantecado. La idea original era sumar café y siesta, echarme nada más tomar el café, y así combinar los efectos activantes de la siesta y el café combinados al despertar, pero he cometido el error de ponerme con el ordenador para tomarme el café, y aquí me he quedado. He curioseado un poco a la intérprete de lenguaje de signos de Rozalén, he comprobado que mi publicación del blog de ayer tenía en Facebook "0 Personas alcanzadas" y "0 Interacciones", cosa que me ha parecido bastante curiosa (y he comprobado un par de veces). Ahora lo he vuelto a comprobar y han cambiado los números: "49 Personas alcanzadas", "3 Interacciones". Estoy consultando mi historial para reconstruir mis pasos, cosas que se pueden hacer hoy en día, ya que tenemos la memoria flácida. No he hecho mucho más: he visto un recordatorio de una publicación del año pasado en la que salgo haciendo de Groucho Marx, he visto una noticia tonta (pero buena) que ya ni recuerdo de El Mundo Today, y de ahí he pasado a cotillear un poco a un antiguo amigo del instituto, que ahora trabaja en iluminación de teatro y por lo visto está trabajando en el musical El Jovencito Frankenstein, que tiene una pinta -al menos visualmente- muy currada y espectacular. Después de eso, cosas del propio texto: he buscado "obnubilado" (he encontrado "obnubilación"), he pasado por la Wikipedia de "estupor", y también he buscado "maíz", cuya Wikipedia, por lo visto, se llama Zea mays. Finalmente, he estado oyendo a la soprano Irina Lévian, que mi novia me dijo que no escuchara, porque me enamoraría, así que la he tenido que buscar. Concretamente, he oído "Tu che la vanità", de Don Carlo, G. Verdi. No puedo decir gran cosa sobre ello porque, la verdad, no he prestado casi atención. De hecho, lo estoy volviendo a oír, a ver si me entero de algo. Pero no lo voy a terminar. Tengo que irme. Los de la tele de Burgos (La 8) dan cosas gratis en el Fórum para los que somos la crema de la crema (o que, al menos, nos lo hacemos).
Estas son algunas cosas de mi hoy.
(Qué ilusa mi novia, pensar que me voy a enamorar de algo que entiendo tan poco).
Esta foto también es algo de mi hoy.
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