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Aprender a agradar

El precio que se paga por el arte no indica ni su calidad ni su valor al resto del arte, aunque sí indica una idea compartida de su valor entre el tasador y el comprador. Para valorar obras de arte de forma justa y personal, lo primero que habría que hacer, sea la que sea, es ignorar su precio y su autor. Lo del autor es debatible. Lo del precio solo es debatible si dicho precio forma parte de la obra.



Pancorbo: la espina del dragón.



El polvo ni se crea ni se destruye, solo se reproduce.



Se barre bien sentado.



¿Arte igual a emoción?



Puede ser que aprender a escribir, igual que aprender cualquier arte, sea aprender a agradar. Y por alguna razón, esa idea me escandaliza.

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