El silencio, que sabe disfrazarse de ruido ensordecedor, es la primera musa.
Mirar a los ojos tiene algo de intrusivo. Cuando miramos a los ojos de un desconocido, podemos sentir que sabemos algo de esa persona.
Mi dolor es lo de menos.
(Y sin embargo, para mí es lo máximo).
Crecen las uñas: sigo vivo.
Por muy diestro que seas, para cortar las uñas de la mano derecha necesitas la izquierda.
Conviene saber por qué vivimos y por qué nos desvivimos. Y si no coinciden, ¿por qué?
El desamor nos hace invencibles sin objetivo, y el amor, inútiles con propósito.
La gente que tiene muy claras las cosas da igual si están en lo cierto o no: son los que cambian las cosas.
Veo a un famoso sujetando un objeto de promoción y siento que es el objeto el que sujeta al famoso.
Con lo que nunca hago las paces es con que el trabajo te dé la vida a base de quitártela.
—¿Recuerdas lo que hizo en el mejor momento de su carrera?
—Se fue.
Mirar a los ojos tiene algo de intrusivo. Cuando miramos a los ojos de un desconocido, podemos sentir que sabemos algo de esa persona.
Mi dolor es lo de menos.
(Y sin embargo, para mí es lo máximo).
Crecen las uñas: sigo vivo.
Por muy diestro que seas, para cortar las uñas de la mano derecha necesitas la izquierda.
Conviene saber por qué vivimos y por qué nos desvivimos. Y si no coinciden, ¿por qué?
El desamor nos hace invencibles sin objetivo, y el amor, inútiles con propósito.
La gente que tiene muy claras las cosas da igual si están en lo cierto o no: son los que cambian las cosas.
Veo a un famoso sujetando un objeto de promoción y siento que es el objeto el que sujeta al famoso.
Con lo que nunca hago las paces es con que el trabajo te dé la vida a base de quitártela.
—¿Recuerdas lo que hizo en el mejor momento de su carrera?
—Se fue.
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