No acumulo más tristeza porque no tengo más tiempo.
Mucho leo, mucho veo, nada avanzo.
Mi aguante de una vida ordenada tiene que tener un límite, y en las puntas de los dedos empiezo a sentir que se acerca. El derrumbe no será placentero, pero sí liberador. El cuerpo me pide una implosión, destructora y creadora.
Ya lo tienes todo: llegó el momento de aceptar que nada sirve.
La Iglesia buscando Santos y resulta que estaban todos en Twitter.
Me gusta la idea que hay de fondo tras todas las redes sociales y no me gusta ninguna red social.
Mucho leo, mucho veo, nada avanzo.
Mi aguante de una vida ordenada tiene que tener un límite, y en las puntas de los dedos empiezo a sentir que se acerca. El derrumbe no será placentero, pero sí liberador. El cuerpo me pide una implosión, destructora y creadora.
Ya lo tienes todo: llegó el momento de aceptar que nada sirve.
La Iglesia buscando Santos y resulta que estaban todos en Twitter.
Me gusta la idea que hay de fondo tras todas las redes sociales y no me gusta ninguna red social.
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