Ir al contenido principal

Desocupado lector: he comenzado El Quijote

Desocupado lector: hoy es un día épico para mí. He comenzado El Quijote, algo para lo que no me sentí preparado durante mucho tiempo y para lo que después no encontraba el ánimo o el momento adecuado. Pero ahora, tras haber terminado de leer junto a Carmen "Ve y pon un centinela", de Harper Lee (solemos tener un libro que leemos juntos, en alto), hemos decidido que nos apetecía animarnos con El Quijote.

La cosa ha comenzado muy bien, ignorando textos y notas previas de otros escritores añadidos en la edición, pero no el Prólogo de Cervantes. Este Prólogo, que abre directamente con ese pícaro "Desocupado lector", me ha hecho admirar mucho el desparpajo de Cervantes, nada más empezar. Con elegancia, deja muy claras unas cuantas cosas: que valora mucho su libro y sin embargo no se toma muy en serio, que quiere dar a su obra el lustre que merece pero a su manera, pasando de los eruditos y sus lugares comunes, y, sobre todo, que esto va a tener mucha coña.



Comentarios

Entradas populares de este blog

El dilema de cómo hacer las redes sociales más humanas

Tengo un sentimiento paradójico con Internet y sus redes. Por un lado tengo un maldito vicio con las redes sociales, y dedico demasiado tiempo a leerlas y releerlas, como si fueran a darme algo especial, más allá de entretenimiento temporal y a menudo superficial, o como si me fuera a esperar una notificación especial de algo que me fuera a hacer... ¿más feliz? Por otro lado, tengo muchas ganas de comunicarme más a menudo y abiertamente sobre temas que me interesan, de todo tipo, y cuando pienso en hacerlo pienso, obviamente, en hacerlo a través de las redes sociales (llevo mucho tiempo pensando en ideas para vídeos, por ejemplo, pero no me termino de lanzar a ello). Está claro que hay un montón de ventajas en estas plataformas, y seguro que por muchas de ellas estamos aquí viciados, pero desde hace un tiempo también noto cosas que no sé si son puramente humanas e inevitables, o están exacerbadas por estas plataformas (que es lo que parece), pero que llevan a ambientes muy polari...

Ha muerto un hombre alegre

Nos dejaron sin cigüeñas. Nunca fueron nuestras. Tampoco suyas. Ha muerto un hombre alegre. Tras la pena, hay que volver a la alegría, más alegría aún: más fuerte, más plena, más tranquila, más sincera, más sencilla, para compensar la que se fue. Unas pocas palabras pensando en  Luis Eguílaz , el día en que descubro que nos ha dejado.

Estar a punto de morir

Estar a punto de morir parece una buena forma de conseguir que te valoren como persona. Aunque es mejor morir. Lo preocupante no es acumular mierda dentro, lo preocupante es no cagar. Por desgracia, siento que ya sé todo lo que necesito. Por suerte, todavía no es suficiente. No lo digo por despecho ni rencor, simplemente, algunas tías buenas son especialmente malas. Sin mí no soy nada. Poeta atormentado, poeta petardo. Lista de la compra: cerveza sin alcohol, fruta, canela en rama. Cuidado con los enfermos de literatura: se permiten mentir por belleza.