Ir al contenido principal

Un recuerdo: aquella vez que trabajé para un documental alemán, "La abadesa"

Hoy tenía que escribir un pequeño currículum y me he acordado de cuando trabajé de productor local para un documental alemán sobre la abadesa de Las Huelgas y sus poderes equiparables a los de un obispo: "Die Äbtissin".

Basado en un capítulo de un exitoso libro (en Alemania) de Hubert Wolf, el sacerdote/teólogo/historiador que en documental hace de presentador, tengo entendido que era una defensa -apoyada en precedentes de la tradición histórica de la Iglesia- de que la mujer debería tener acceso a un papel de poder similar a los hombres (sacerdocio, obispado, etc.) en la estructura eclesiástica.

Lo he buscado y lo he encontrado en YouTube, donde se pueden poner los subtítulos en alemán y traducirlos a español, para enterarse de algo.

Fue una experiencia muy curiosa, en la que aprendí muchísimo en poco tiempo sobre el trabajo profesional de un equipo audiovisual pequeño, algo que me ha servido mucho después.



Comentarios

Entradas populares de este blog

Ha muerto un hombre alegre

Nos dejaron sin cigüeñas. Nunca fueron nuestras. Tampoco suyas. Ha muerto un hombre alegre. Tras la pena, hay que volver a la alegría, más alegría aún: más fuerte, más plena, más tranquila, más sincera, más sencilla, para compensar la que se fue. Unas pocas palabras pensando en  Luis Eguílaz , el día en que descubro que nos ha dejado.

Estar a punto de morir

Estar a punto de morir parece una buena forma de conseguir que te valoren como persona. Aunque es mejor morir. Lo preocupante no es acumular mierda dentro, lo preocupante es no cagar. Por desgracia, siento que ya sé todo lo que necesito. Por suerte, todavía no es suficiente. No lo digo por despecho ni rencor, simplemente, algunas tías buenas son especialmente malas. Sin mí no soy nada. Poeta atormentado, poeta petardo. Lista de la compra: cerveza sin alcohol, fruta, canela en rama. Cuidado con los enfermos de literatura: se permiten mentir por belleza.

Diario de sueños: cuatro sueños en una semana

Hace tiempo tenía un diario. Ahí empecé a escribir mis sueños, entre otras cosas. Llegué a apuntarlos frecuentemente. Con el tiempo, empecé a dejar de escribir lo que me pasaba y mis reflexiones, pero seguí escribiendo los sueños que tenía. Así, pasó a ser, más bien, un diario de sueños . Con el tiempo, también abandoné esa costumbre. Lo he comprobado: el último sueño apuntado en racha se quedó en abril de 2016. Después, unas pocas notas esporádicas, hasta agosto de 2018 (y una más, solo una, en 2019). Muchas veces, desde entonces, he soñado cosas que he contado a alguien, o que me guardaba celosamente, y me solía decir que debería volver a escribirlas en el diario de sueños, pero no lo hacía. Muchas veces recordaba los sueños a primera hora y, por no apuntarlos enseguida, volaban al olvido, horas después. Esta semana, por lo que sea, he podido recordar y recoger, bien y pronto, varios sueños, con lo que he vuelto a guardarlos con cierto orden. Esta vez -de momento y para variar- en ...