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Nunca firmaría un contrato

Hoy todo está bien. Está todo fregado y tengo comida ya hecha para algunos días. Me espera un café con leche, caliente y con pastas. Tengo un silencio a sueldo que cumple su parte del trato. Lo más importante: tengo el tiempo necesario. Mi juventud salta por las paredes. Pero hoy, como otros tantos días, aunque todo está bien, mi tiempo vuelve a estar secuestrado por las urgencias del trabajo. No le tengo miedo a un futuro sin planes; al contrario, me atenaza la idea de un futuro lleno de obligaciones. Tengo un trabajo envidiable, y soy capaz de aceptar compromisos. Pero, si por mí fuera, nunca firmaría un contrato.



Cada halago de "guapo" implica una idea de "feo".



No soy capaz de innovación literaria. Me he sentido tan engañado y veo al mundo tan engañoso y enamorado hasta las trancas de su autoengaño, que meras verdades cotidianas, humildes, claras, sencillas y llanas, eso sí, penetrantes, ya me parecen de una vanguardia envidiable.



En Burgos todavía hay niños.



Se puede ver en una hora lo que se ha pintado en una vida.

(Pensado mientras veía la exposición de Marceliano Santamaría en el Monasterio de San Juan. La he recorrido en menos de una hora.)



Morir atropellado porque un conductor estaba mirando un doble arcoiris.



Del Museo Marceliano Santamaría:
¿Cowboy Bebop?



"La resurrección de la carne"
 Detalles:


 

Comentarios

  1. Cada halago de "guapo" implica una idea de "feo".

    jajajajajja muy bueno

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  2. Por cierto muy curioso, que de todos los cuadros que tiene Santa Maria, el que has elegido es el mismo que más me gusto a mí y también le hice foto

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  3. Lo del cuadro es curioso pero no me extraña tanto, es muy original e impactante.

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