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¡Olvídate de mí! | Mis películas favoritas: 1 de 15

Mi estimadísimo David Castro González me ha nominado a compartir mis 15 pelis más favoritas y chupiguays del paraguay, una al día, y aunque no es que lo tenga clarísimo, voy a ir planteándomelo poco a poco. No hacen falta explicaciones, dice el reto, pero seguramente daré unas cuantas.

La primera es muy fácil para mí: Eternal Sunshine of the Spotless Mind. No puedo evitar que sea mi favorita. Y sin embargo, curiosamente, me cuesta verla. Eso es porque me mata cada vez que la veo. Una peli que descubrí como "¡Olvídate de mí!", que puse a ciegas (estaba en un CD pirata que no sé de quién era en mi casa) y de la que no sabía qué esperar. Me dejó muy loco y sin saber qué acababa de pasar, pero no pude dejar de pensar en ella. ¿De dónde había salido esta película? ¿Por qué nadie a mi alrededor la conocía? ¿Quién era el autor de aquello? Lo busqué y descubrí a su guionista, Charlie Kaufman, del cuál empecé a explorar toda su filmografía, en la cual me flipó especialmente "Adaptation (El ladrón de orquídeas)", la cual me parece casi un complemento a esta: Eternal Sunshine me rompe el corazón, Adaptation me excita la mente.

Kate Winslet se convirtió en mi actriz favorita. No me sorprendió demasiado Jim Carrey en el papel dramático, al contrario, me pareció que el personaje le iba genial. Más adelante, leí una entrevista a la editora de la película, Valdís Óskarsdóttir, en la que decía que junto con el director, Michel Gondry, en el montaje buscaron los momentos en los que Jim Carrey no se pareciera nada a su versión cómica más famosa, es decir, a Jim Carrey.

Creo que Eternal Sunshine me fascina porque es romántica, y cree en el amor; pero también es experimentada, y está verdaderamente acojonada del amor; pero también es esperanzada, y no se queda en el dolor y el cinismo que puede generar la pérdida, sino que intenta superarlo. También es una historia que tiene mucho de onírico y de redescubrimiento personal. Por no hablar de su ambivalente circularidad: trágica y esperanzadora al mismo tiempo: impredecible y siempre igual. Me encanta su estructura desestructurada y su imaginario, entre cotidiano y estrafalario. Pero en el fondo, simplemente, me fascina por toda la humanidad, en su belleza y en su fealdad, que rezuma la película, y porque se nota que está escrita desde lo visceral, desde unas tripas revueltas pero llenas de amor.





1 de 15: ¡Olvídate de mí!
2 de 15: El club de la lucha
3 de 15: Matrix

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