Despertar me sienta como una derrota, aunque siempre debería ser una victoria.
Si Internet hubiera existido en la época de Jesucristo, Jesús se habría quedado en un contenido viral de un par de días. Pero la gente no tenía mucho con lo que entretenerse en aquellos días, y creció la bola de nieve hasta llegar a lo que tenemos hoy en día. Nos habríamos ahorrado mucha movida. Pero a saber qué nos habría caído por otros lados.
Algo que nos diferencia a los primates del resto de animales es que podemos vernos los genitales al mear (estoy pensando en el pene, que es lo que me toca). El cagar propio todavía se nos oculta de la vista. Nos parecería muy raro cagar por el pene, pero si fuera el caso, lo tendríamos tan normalizado como ahora el mear.
Hay gente en Burgos que está en el Parral y yo estoy gozando de poder pasar el día en casa. Tengo cosas que hacer, pero de momento se me ha ido el día en ojear noticias, hacer un puré, afeitarme y ducharme, apuntar ideas para un juego de mesa sobre religión, enfrascarme en una investigación sobre los 144.000 elegidos para salvarse y, sobre todo, sobre el Jesús histórico. Y un poco en escribir y tomar un café. Nada puramente productivo, pero todo una gozada.
Si Internet hubiera existido en la época de Jesucristo, Jesús se habría quedado en un contenido viral de un par de días. Pero la gente no tenía mucho con lo que entretenerse en aquellos días, y creció la bola de nieve hasta llegar a lo que tenemos hoy en día. Nos habríamos ahorrado mucha movida. Pero a saber qué nos habría caído por otros lados.
Algo que nos diferencia a los primates del resto de animales es que podemos vernos los genitales al mear (estoy pensando en el pene, que es lo que me toca). El cagar propio todavía se nos oculta de la vista. Nos parecería muy raro cagar por el pene, pero si fuera el caso, lo tendríamos tan normalizado como ahora el mear.
Hay gente en Burgos que está en el Parral y yo estoy gozando de poder pasar el día en casa. Tengo cosas que hacer, pero de momento se me ha ido el día en ojear noticias, hacer un puré, afeitarme y ducharme, apuntar ideas para un juego de mesa sobre religión, enfrascarme en una investigación sobre los 144.000 elegidos para salvarse y, sobre todo, sobre el Jesús histórico. Y un poco en escribir y tomar un café. Nada puramente productivo, pero todo una gozada.
Hay dos libros que igual conoces y que quizá te puedan interesar. Ambos son de Antonio Piñero (bueno,el primero que cito solo lo coordinó). Me refiero a "¿Existió Jesús realmente? El Jesús de la historia a debate", Madrid: Raíces, 2008, y, sobre todo, la "Guía para entender el Nuevo Testamento", Madrid: Trotta, 2008, que para mí es uno de los libros más iluminadores e interesantes del mundo.
ResponderEliminarA ver qué juego de mesa discurres. Me estoy imaginando un parchís por las calles de Jerusalén.
¡Ay, Óscar! Por mi descuido con la moderación de comentarios, no había visto hasta hoy ninguno de tus comentarios. No conocía esos libros, me los apunto, muchas gracias. Hace no mucho estuve investigando por mi cuenta y por internet un poco el tema del Jesús histórico, y sí tengo ganas de leer más y mejor sobre el tema. ¡Muchísimas gracias!
EliminarLa victoria no es despertarse, sino levantarse.
ResponderEliminarMuy cierto.
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