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El magnetismo de lo que suena bien

Ahora que estoy empezando a escribir todos los días, temo que se me acaben las ideas. Pero de momento estoy comprobando que, si estoy atento, están ahí. Basta con estar en guardia, pero sin reclamar nada, sin ansia, porque cuando intentas ir tras ellas, tienden a esconderse.

Eso último es mentira. Sonaba bien. Pero en realidad la cosa es simple: si buscas, te encuentran. Más simple todavía: si buscas, encuentras.

La mayoría de las cosas son simples, pero eso no vende. Estamos deseosos de lanzarnos, a la mínima, al magnetismo de lo que suena bien, sin importar lo que diga.



Emily Dickinson lo sabía, y por eso escribió:

"Di la verdad pero dila oblicuamente.
El éxito radica en el circunloquio.
Demasiado brillante para nuestra débil delicia,
la soberbia sorpresa de la verdad
ha de ser explicada con delicadeza,
como se le explica a un niño un relámpago.
La verdad debe deslumbrar poco a poco,
o todo el mundo quedaría ciego."


(Ojalá supiera explicar a un niño un relámpago).

Versión original:

"Tell all the truth but tell it slant,
Success in circuit lies,
too bright for our infirm delight
The truth's superb surprise:

As lighting to the children eased
With explanation kind,
The truth must dazzle gradually
Or every man be blind."

"Canción de verano", parte del proceso de un cuadro de Begoña Miguel

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