La clave de Bukowski no es lo que bebiera, o lo que follara, o las carreras de caballos en las que apostara, o las burradas que contara. No escribía mejor por ser un borracho. La clave de Bukowski es que contaba su verdad, y no temía mirarla a los ojos con toda su crudeza.
En Estados Unidos ya se vende también que alguien pasee contigo y te dé conversación durante una hora por 30 dólares. El comprar amigos de toda la vida con el que tanto se ha vacilado. Ya habíamos vendido aire enlatado y todo lo imaginable, pero siempre logramos ir un paso más allá. Aunque no sé de qué me escandalizo, si se llevan comprando cuerpos por horas desde que se inventó el trueque. Por no hablar de que todo trabajador por cuenta ajena no deja de ser más de lo mismo. Lo peor es que en este caso no tengo nada claro quién es más víctima, quien necesita pagar por no estallar de soledad o quien llega al extremo de querer cobrarlo.
Joder, Jesucristo Superstar es la leche. Acabo de volver a ver la escena de la última cena. Jesús prácticamente fuerza a Judas a que le traicione.
En Estados Unidos ya se vende también que alguien pasee contigo y te dé conversación durante una hora por 30 dólares. El comprar amigos de toda la vida con el que tanto se ha vacilado. Ya habíamos vendido aire enlatado y todo lo imaginable, pero siempre logramos ir un paso más allá. Aunque no sé de qué me escandalizo, si se llevan comprando cuerpos por horas desde que se inventó el trueque. Por no hablar de que todo trabajador por cuenta ajena no deja de ser más de lo mismo. Lo peor es que en este caso no tengo nada claro quién es más víctima, quien necesita pagar por no estallar de soledad o quien llega al extremo de querer cobrarlo.
Joder, Jesucristo Superstar es la leche. Acabo de volver a ver la escena de la última cena. Jesús prácticamente fuerza a Judas a que le traicione.
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