El final de "TODO FUERA": Esto no es todo.
Los músicos ponen a menudo sus caretos en las portadas de sus discos. Los escritores, jamás.
Yo lo haría. Con esta cara, por ejemplo:
O esta:
Yo lo uso mucho, pero habría que quitarse "todo" de la boca. "Todo el mundo...", "todo el tiempo...", "todos hacen...", "como todos saben...". Habría que evitarlo con más fuerza que las palabrotas. Y, como mucho, decir "la mayoría", "muchos", o incluso "casi todo". Así casi todo lo que se generaliza sería mucho más preciso, y la mayoría, menos flipado.
La contraportada de un libro no tiene que DESCRIBIR de qué va, eso es secundario; tiene que TRANSMITIR las sensaciones que produce. Eso es lo esencial.
Pero vamos, que si te da igual si me quedo con tu libro o no, bien, sigue escribiendo la sinopsis como lo haría un robot con Asperger.
Los músicos ponen a menudo sus caretos en las portadas de sus discos. Los escritores, jamás.
Yo lo haría. Con esta cara, por ejemplo:
O esta:
Yo lo uso mucho, pero habría que quitarse "todo" de la boca. "Todo el mundo...", "todo el tiempo...", "todos hacen...", "como todos saben...". Habría que evitarlo con más fuerza que las palabrotas. Y, como mucho, decir "la mayoría", "muchos", o incluso "casi todo". Así casi todo lo que se generaliza sería mucho más preciso, y la mayoría, menos flipado.
La contraportada de un libro no tiene que DESCRIBIR de qué va, eso es secundario; tiene que TRANSMITIR las sensaciones que produce. Eso es lo esencial.
Pero vamos, que si te da igual si me quedo con tu libro o no, bien, sigue escribiendo la sinopsis como lo haría un robot con Asperger.
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