Ir al contenido principal

Obviedades inesperadas

Sigue habiendo pájaros en la ciudad.



Granada.
Cuatro policías de pie mirando un bar al otro lado de la calle. Comentan algo. Uno: "Un café no nos cobrarán, ¿no?". Acto seguido, los cuatro cruzan la calle.



En literatura hay que ir a lo seguro: ganar concursos; ganar sueldos es demasiado arriesgado.



No tengo nada contra la masturbación, pero siento que hago bien si escribo más de lo que me masturbo.



Algo que dijo alguien en una graduación:
"Las ideas sin acción son creatividad, la acción sin ideas, gestión. Las ideas en acción, innovación."



Algo que dijo alguien en una graduación que dijo alguien de recursos humanos:
"Quiero gente maja."



No basta con las buenas ideas. Hay que hacerlas deslumbrar. Darles espectáculo.



La pulsión de la repulsión, el rechazo, el desacuerdo, la rabia, el asco y el odio, es decir, en general, la reacción en contra, es una enorme fuente de creación, de la que no habría que temer beber, sin dejar que nos beba.



La mayoría de las obviedades son simplemente aburridas. Obvio. Pero hay muchísimas otras obviedades fantásticas. Resultan obvias tan pronto se enuncian, porque siempre estuvieron ahí, igual que toda obviedad, pero tienen algo especial que hace necesario que las digamos en alto para ser conscientes. Hay que ponerles nombre. Obviedades inesperadas, por ejemplo.









Comentarios

Entradas populares de este blog

Estar a punto de morir

Estar a punto de morir parece una buena forma de conseguir que te valoren como persona. Aunque es mejor morir. Lo preocupante no es acumular mierda dentro, lo preocupante es no cagar. Por desgracia, siento que ya sé todo lo que necesito. Por suerte, todavía no es suficiente. No lo digo por despecho ni rencor, simplemente, algunas tías buenas son especialmente malas. Sin mí no soy nada. Poeta atormentado, poeta petardo. Lista de la compra: cerveza sin alcohol, fruta, canela en rama. Cuidado con los enfermos de literatura: se permiten mentir por belleza.

El dilema de cómo hacer las redes sociales más humanas

Tengo un sentimiento paradójico con Internet y sus redes. Por un lado tengo un maldito vicio con las redes sociales, y dedico demasiado tiempo a leerlas y releerlas, como si fueran a darme algo especial, más allá de entretenimiento temporal y a menudo superficial, o como si me fuera a esperar una notificación especial de algo que me fuera a hacer... ¿más feliz? Por otro lado, tengo muchas ganas de comunicarme más a menudo y abiertamente sobre temas que me interesan, de todo tipo, y cuando pienso en hacerlo pienso, obviamente, en hacerlo a través de las redes sociales (llevo mucho tiempo pensando en ideas para vídeos, por ejemplo, pero no me termino de lanzar a ello). Está claro que hay un montón de ventajas en estas plataformas, y seguro que por muchas de ellas estamos aquí viciados, pero desde hace un tiempo también noto cosas que no sé si son puramente humanas e inevitables, o están exacerbadas por estas plataformas (que es lo que parece), pero que llevan a ambientes muy polari

La felicidad estaba en el anticipo

Sísifo no subía una piedra montaña arriba eternamente para ver cómo esta caía y volverla a subir. Eso sería demasiado absurdo. La verdadera tarea de Sísifo era limpiar  la montaña. Hay artistas que, en el sentido monetario y proporcionalmente a lo que merecen, están condenados a ser eternamente pobres, porque, incluso aunque se hagan supuestamente ricos, no hay forma de pagar lo que han dejado a la humanidad. Este pensamiento tan grandilocuente lo ha inspirado Buena Vista Social Club . ¿No es anonadante que de un incendio surja tanta sabrosura? He soñado que C. Tangana me pedía que le hiciera un videoclip. Y al hablar se parecía al Bocem. ¡Viva la comida precocinada! Solo Nadie sabe los siglos de vida que nos permite dedicar a otras cosas. Y resulta que la felicidad estaba en el anticipo: la emoción de la espera de la felicidad. Una postal de Shakespeare and company , en París. Mi traducción: "Ojalá pudiera mostrarte, cuando estás solitario o en la oscuri