La buena escritura -se supone- tiene más que ver con el estilo que con la sinceridad. No hablo de sinceridad en el sentido único de ser literal, decir nada más "lo cierto", "lo que es verdad" y punto. Hablo de una sinceridad que tiene algo que ver con la justicia personal, y sobre todo, mucho con la autenticidad, una honestidad con uno mismo y con los demás. Bien: sé que muchos priorizan el estilo sobre la sinceridad. O al menos, afirman que la sinceridad sin estilo no es gran cosa. A mí, que me den esa autenticidad, y que no se flipen con el estilo. Si se alcanza, esa autenticidad ya es estilo puro.
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Mierda feliz |
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