Ir al contenido principal

Si yo fuera ladrón

Si yo fuera ladrón
-y en esta vida todo tiene su profesión-
robaría de día,
llamaría a las puertas
y pediría paso, por favor.

Si fuera secuestrador,
junto a la nota con mi petición,
me molestaría
en añadir un apartadito
que diga simplemente: "perdón".

Si fuera asesino, pues no.



Compadezco al rey. Tuvo la mala suerte de nacer príncipe, y creérselo.



Si todos somos pecadores
por naturaleza y por condición
pero no podemos pecar siempre
sino solo cuando hay ocasión
quizás el pecado no esté en nosotros
sino en la tentación.



El cielo basta.



"Tracé un ambicioso plan, consistía en sobrevivir."

El puto Nacho se puede esconder mucho tiempo, pero siempre vuelve.

No sé por qué llamo putos a los que más me flipan. La confianza da (puto) asco, supongo.




Más.




Más más.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El dilema de cómo hacer las redes sociales más humanas

Tengo un sentimiento paradójico con Internet y sus redes. Por un lado tengo un maldito vicio con las redes sociales, y dedico demasiado tiempo a leerlas y releerlas, como si fueran a darme algo especial, más allá de entretenimiento temporal y a menudo superficial, o como si me fuera a esperar una notificación especial de algo que me fuera a hacer... ¿más feliz? Por otro lado, tengo muchas ganas de comunicarme más a menudo y abiertamente sobre temas que me interesan, de todo tipo, y cuando pienso en hacerlo pienso, obviamente, en hacerlo a través de las redes sociales (llevo mucho tiempo pensando en ideas para vídeos, por ejemplo, pero no me termino de lanzar a ello). Está claro que hay un montón de ventajas en estas plataformas, y seguro que por muchas de ellas estamos aquí viciados, pero desde hace un tiempo también noto cosas que no sé si son puramente humanas e inevitables, o están exacerbadas por estas plataformas (que es lo que parece), pero que llevan a ambientes muy polari...

Ha muerto un hombre alegre

Nos dejaron sin cigüeñas. Nunca fueron nuestras. Tampoco suyas. Ha muerto un hombre alegre. Tras la pena, hay que volver a la alegría, más alegría aún: más fuerte, más plena, más tranquila, más sincera, más sencilla, para compensar la que se fue. Unas pocas palabras pensando en  Luis Eguílaz , el día en que descubro que nos ha dejado.

Estar a punto de morir

Estar a punto de morir parece una buena forma de conseguir que te valoren como persona. Aunque es mejor morir. Lo preocupante no es acumular mierda dentro, lo preocupante es no cagar. Por desgracia, siento que ya sé todo lo que necesito. Por suerte, todavía no es suficiente. No lo digo por despecho ni rencor, simplemente, algunas tías buenas son especialmente malas. Sin mí no soy nada. Poeta atormentado, poeta petardo. Lista de la compra: cerveza sin alcohol, fruta, canela en rama. Cuidado con los enfermos de literatura: se permiten mentir por belleza.